Entregas en el Cauca revelan fracturas dentro de las disidencias de las FARC
Dos de los principales cabecillas del frente “Carlos Patiño”, que opera en el departamento del Cauca, se entregaron a las autoridades tras recibir órdenes de ejecución por parte de alias “Iván Mordisco”, máximo líder de las disidencias.
El primero en entregarse fue Anderson Andrey Vargas, alias “Kevin”, figura de alto valor para la Fuerza Pública, con más de 16 años en organizaciones armadas ilegales y una recompensa de hasta $1.641 millones sobre su cabeza. Se presentó en el corregimiento de El Estrecho (municipio de El Bordo), entregando además un fusil Tavor.
Poco después, Brayan Jair Delgado Rojas, alias “Giovanni” —sucesor natural tras la salida de Kevin— optó por entregarse también, luego de ser señalado como blanco de una posible ejecución por parte de sus superiores. La inteligencia militar vincula esta decisión directa a la pérdida de 42.000 kilos de cocaína, hecho que detonó la orden de eliminarlos.
La entrega de Giovanni se registró en el municipio de El Tambo, Cauca, y ocurrió con discreción ante tropas del Ejército. Incluyó entrega de armamento y munición, y fue trasladado posteriormente a Bogotá. Giovanni, de 32 años, había sido vinculado con el mortífero “plan pistola” contra la Fuerza Pública en El Plateado y señalado por ataques que dejaron víctimas civiles, incluyendo un niño de 10 años.
Estos hechos evidencian profundas fracturas y desconfianza dentro de las disidencias de “Iván Mordisco”, donde recientes operativos y pérdidas estratégicas han debilitado la cohesión interna. Además, se agrava la situación de control para el crimen organizado en el Cauca occidental, debilitando una de las estructuras más violentas de la región.
En resumen, la entrega de estos cabecillas representa un duro golpe al frente “Carlos Patiño”, y refleja la creciente desarticulación interna en las filas de las disidencias armadas en el suroccidente colombiano.


