¿Viaja demasiado Petro? El uribismo presenta proyecto para poner freno a los traslados presidenciales
El uribismo ha radicado un proyecto de ley que busca limitar los viajes presidenciales al exterior del presidente Gustavo Petro, alegando que estos generan altos costos al Estado.
Un grupo de congresistas afines al uribismo ha presentado un proyecto de ley que propone establecer límites a los viajes del presidente Gustavo Petro fuera del país. La iniciativa surge en medio de críticas crecientes por lo que algunos consideran una gestión diplomática costosa e incluso innecesaria.
Los promotores del proyecto argumentan que los traslados internacionales presidenciales suponen un desgaste económico para Colombia y ponen en riesgo la transparencia estatal. Sostienen que el jefe de Estado debería priorizar las gestiones nacionales y reducir su agenda externa a lo estrictamente esencial, como encuentros multilaterales o emergencias diplomáticas.
Desde el uribismo también se apunta a que los viajes presidenciales pueden prestarse para fines distintos a los institucionales, incluyendo la atención mediática o estratégica política, más que la representación del Estado. Se sugieren mecanismos de control previos, como aprobación del Senado o de comisiones especiales, presupuestos más claros y revisiones posteriores sobre los resultados de cada viaje.
En contraste, defensores del gobierno señalan que la diplomacia internacional es parte esencial de las responsabilidades presidenciales, especialmente en un mundo globalizado. Aducen que la persona que lidera la nación debe interactuar con otros mandatarios, organismos multilaterales y negociaciones que trascienden fronteras, y que restringir esos movimientos podría afectar la credibilidad internacional, las alianzas y la capacidad de gestión en escenarios internacionales.
El debate ha polarizado opiniones: algunos ven en la medida una oportunidad para exigir mayor rendición de cuentas y austeridad, mientras otros alertan sobre los riesgos de una decisión que podría percibirse como una cortina de reducción de poder institucional.
Una pregunta clave que flota en el ambiente es hasta qué punto este proyecto, de ser aprobado, impactará la estrategia del presidente Petro, quien ha hecho del relacionamiento internacional una parte visible de su mandato. ¿Será realmente un freno a los excesos o un intento político de debilitar una parte simbólica de su ejercicio presidencial?
El proyecto de ley aún deberá ser debatido en comisiones del Congreso y pasar varios filtros antes de convertirse en norma. Mientras tanto, la discusión sigue abierta, con el ciudadano como espectador y juez final.



