La erradicación forzosa (fumigaciones y remociones forzadas) fue ineficaz: grandes despliegues en 2020 (130.000 ha erradicadas forzosamente) no redujeron significativamente los cultivos y generaron más violencia.
La erradicación voluntaria y programas de sustitución muestran mejores resultados: crecimiento de cultivos reducido a 9% (2023) y 3% (2024) bajo su gobierno.
Su estrategia prioriza incautaciones y golpe directo a narcotraficantes: cifras altas de incautación y más de 400 extradiciones hacia EE. UU. (de 403 casos).
La erradicación forzosa provoca víctimas en fuerzas públicas y comunidades: ejemplos de policías heridos y muertos, y miles de afectados por fumigaciones.
La paz y la inclusión socioeconómica (tierra, educación, empleo) son claves para reducir cultivos ilegales; la guerra favorece a la mafia.
Llamado a reorientar la política internacional: atacar redes financieras y los grandes actores del narcotráfico, coordinar inteligencia y cambiar la demanda en consumidores (EE. UU. y Europa).
Invitación al diálogo bilateral: propone intercambio de información y cooperación basada en cifras e inteligencia, no en amenazas ni militarismo.
Datos concretos: erradicación forzosa máxima en 2020 con 130.000 ha; sin embargo, el área total bajó solo de 154.000 a 142.000 ha ese año (7%).
En 2021 los cultivos aumentaron 43% (a ~204.000 ha) pese a la erradicación masiva; 2022 llegó a ~230.000 ha. Bajo su gestión el crecimiento cayó a 9% (2023) y 3% (2024).
Erradicación voluntaria: cifras crecientes — 2024 alcanzó ~2.711 ha y 2025 (parcial) más; suma acumulada en su gobierno cercana a 25.000 ha erradicadas voluntariamente.
Víctimas: en el pico de erradicación forzosa hubo 107 policías heridos en 2020; en 2023-2024 no hubo muertos por su política, pero hubo 13 muertos en 2025 al retomar erradicación forzada temporalmente.
Consumo y daño externo: alerta sobre fentanilo y mortalidad en EE. UU. — miles de muertes por sobredosis; critica que la política de reducción de oferta sin atender demanda fracasa.
Extradiciones: aproximadamente 400 extraditados a EE. UU.; algunos casos se mantienen en Colombia por procesos de paz.
Petro llama a cambiar la estrategia antidrogas internacional: dejar la erradicación forzosa y las medidas militares que dañan al campesinado, apostar por erradicación voluntaria, sustitución y políticas sociales (tierra, educación), y coordinar inteligencia y sanciones contra los grandes narcotraficantes. Invita a EE. UU. y Europa a dialogar sobre cifras y cooperación efectiva en lugar de amenazas.




